La Piedra del Destino: la rebelión de Escocia
Jejeje, no, en esta entrada no vamos a hablar de William Wallace aunque sí os vamos a contar una historia que reúne los valores universales de Libertad, Valentía, Coraje, Lucha a la Opresión y Resistencia ahora y siempre al Invasor. No, tampoco va a contar nada sobre Astérix y la Aldea de Irreductibles Galos. Nos referimos a la Piedra del Destino, uno de los símbolos más importantes para escoceses, ingleses, irlandeses y un largo etcétera de naciones que han usado a esta roca como podio de coronación de sus reyes a lo largo de la historia.
Vamos a empezar a centrarnos en la importancia de la Piedra del Destino. Y le viene dada porque el origen de la roca tiene raíces bíblicas. Según la tradición en ella fue donde Jacob reposó su cabeza mientras dormía y tuvo la revelación de la Escalera de Jacob. Un sueño que le mostró la escalera por la que ascendían y descendían los ángeles del Cielo. Un episodio que Ribera se encargó de reflejar magistralmente en uno de sus cuadros más famosos y que podéis contemplar y disfrutar en el Museo Nacional del Prado. El caso es que a partir de ese momento, según la leyenda, la Piedra del Destino se convirtió en una de las reliquias más codiciadas de la Cristiandad y fue pasando de reino en reino tras los pertinentes episodios bélicos o traslados clandestinos para evitar que cayeran en manos no deseadas. Egipto, Galicia, Irlanda, Escocia y finalmente Inglaterra donde ha permanecido durante los últimos 700 años. Más o menos…
Y es que el hecho de que Eduardo I -éste sí, el rey de Braveheart– decidiera. tras haber oprimido de forma aplastante la revuelta escocesa que a punto estuvo de poner patas arriba al reino inglés, intentar acabar con la identidad escocesa de todas las maneras posibles, se empeñó en que este símbolo fuera uno de los más “humillados”. El otro, como bien sabréis por la peli consistió en desmembrar a Mel Gibson y llevar cada una de sus partes a una de las cuatro puntas de la isla. Y decimos que fue humillado porque realmente así lo fue. Eduardo I en 1296 mandó construir un trono especial en el que la Piedra del destino descansaría de forma perenne y lo haría justo debajo de donde todo monarca inglés se sentaría, por tanto el simbolismo de opresión y humillación está más que claro. Y sobre todo porque este trono, donde además se coronaría todo futuro rey inglés, se encuentra en Londres, en la Abadía de Westminster, muy muy lejos de Escocia.
Pues con este contexto comprenderéis que para el pueblo escocés la Piedra del Destino y su recuperación se convirtiera en una obsesión y que a todo buen patriota al Norte del Norte de Inglaterra se le pasara por la cabeza, en algún momento de su vida, intentar recuperarla y devolverla a su territorio. Y esto es lo que podemos ver en la película que os presentamos llamada como no podía ser de otra forma “La Piedra del Destino”. La historia real de cuatro jóvenes escoceses que se lo tomaron muy en serio y en 1950 marcharon a Westminster a por la reliquia. La peli mola, está entretenida y tiene su punto graciosete. Y el robo en sí, más que un robo transcendental e histórico se parece a una parodia de Atraco a las tres. Pero bueno el film está conseguido y tiene una dosis de emotividad bastante interesante. Deja buen sabor de boca, sí. Y además aprendemos historia.
Así que os la recomendamos y así podréis profundizar más ampliamente en la Cuestión Escocesa y entender un poco más el sentimiento del 45% de la población del territorio que votó Sí a la Independencia en el pasado referendum del 14 de septiembre de 2014.
Para vuestra curiosidad os podemos contar que la Piedra del Destino hoy día yace en Escocia, en el Castillo de Edimburgo, en un detalle de acercamiento por parte del gobierno inglés que se produjo en 1996. La única condición: devolver la Piedra del Destino a Westminster siempre que se produzca el nombramiento de un nuevo monarca. Y tenemos que reconocer que en Be There Before, morbosos como somos, nos hemos quedado con ganas de saber qué hubiera pasado durante la próxima coronación británica en caso de que el Sí independentista hubiera salido adelante… ¿Vosotros no?