La Trilogía del Dólar: Tabernas, Albaricoques y Sad Hill, la cuna del Spaghetti Western en España
Una vez más tenemos entre manos un artículo de esos a los que hemos dedicado varios años a construirlo. Así que pulan con mimo sus Colt 45, dejen que su caballo beba tranquilamente en el abrevadero y limpien sus armónicas de saliva, porque lo que se nos viene por delante es un viaje inolvidable a la herencia del Spaghetti Western en España.
Os traemos un recorrido con el que podréis visitar el Desierto de Tabernas y el pueblo de Albaricoques en Almería así como el acojonante Cementerio de Sad Hill de la Sierra de la Demanda de Burgos. Más, como siempre, añadiremos alguna sorpresa de última hora de esas que tanto os gustan…
Y como el mundo se divide en dos categorías: todos aquellos que usan esta referencia para encabezar un artículo sobre Spaghetti Western y los que no, pues yo obedezco y escribo trayéndoos algo diferente. Porque uno se pregunta: ¿no habrá citas distintas en todo este increíble universo del Oeste para usar, hijos de mil padres?
No es la primera vez que os traemos algo de contenido con referencia al Salvaje Oeste, ya nos centramos en un viaje a los estados americanos que lo componen. Además de eso, nos gustaría que le echarais una escucha a este podcast en el que participamos sobre Bandas Sonoras de Spaghetti Western, que no es porque lo hayamos hecho nosotros, pero lo cierto es que está muy muy bien: Música y sombras: Spaghetti Western.
¿Pero tío, cómo nos traes un artículo sobre peliculitas de vaqueros? Si eso nada más que le gusta a los viejos… Venga, asomaos a un balcón que seguro que acabáis recibiendo un tiro de Tito Clint y cayendo mientras destrozáis la barandilla. Os voy a explicar muy muy rapidito porqué este genero es atemporal y lo seguirá siendo para siempre. Muy fácil, allá va:
1. Mi abuelo leía novelas sobre el Oeste Americano escritas como propaganda yankee, para darle una identidad histórica propia a la que se estaba convirtiendo en la primera potencia mundial. De ahí, a las primeras pelis de John Ford, 20 años.
2. Mi padre evolucionó de novelas a comics igualmente realizados en Estados Unidos o directamente por esos abuelos europeos. De esos comics, al Spaghetti Western de Leone o de Corbucci, 10 años.
3. Yo, un tío de 40 tacos, cuyo rango de influencia se puede atrasar hasta casi los 30… Me he criado con DRAGON BALL Z. Y pensemos: ¿Qué es si no Dragon Ball Z que un ACOJONANTE Spaghetti Western de Sergio Leone? Venganzas, palizas, humillaciones, violencia, sacrificio, entrenamiento, muerte. Y sobre todo… secuencias larguísimas, primerísimos primeros planos, duelos eternos y musicón para ambientarlo todo. Ay diosito Toriyama, ¡qué grande fuiste!
4. Y los chavales de ahora de 20 en adelante, pues tienen a Tarantino y Robert Rodríguez para seguir mamando polvo, tiros, sangre y matanzas.
Bueno y ya antes de ponernos por fin en materia e igualmente como siempre hacemos, os aportamos un Google Maps, con todas las localizaciones que componen el artículo por si os animáis a hacer el recorrido vosotros mismos y disfrutar de las mismas sensaciones y aventuras. ¡Que eso es lo que queremos, leñe, que viajéis a sitios distintos y tengáis experiencias más allá de lo que hace todo el mundo! Y además en este caso, al tratarse de turismo de interior, os saldrá todo muy muy barato y además será muy muy bueno para nuestro país.
Empezamos con Almería y su maravilloso Desierto de Tabernas. El paisaje germen que posibilitó el inicio del Spaghetti Western en España. Poneos en situación: el género estaba siendo todo un éxito con las grandes superporducciones americanas protagonizadas por John Wayne y dirigidas por John Ford: La Diligencia, Centauros del Desierto, etc… Por lo que Europa quiso unirse a la tendencia y elaborar sus propios filmes de vaqueros con ropas sucias, llenas de sudor y arena, tras cabalgar por paisajes desérticos. ¿Y dónde se encuentra el único desierto de Europa, que además tiene un paisaje casi calcado a los grandes paisajes áridos de Utah, Nevada, Nuevo Méjico y Arizona? Pues exacto, en la provincia de Almería.
En cuanto los estudios italianos se dieron cuenta, comenzó el desembarco de productoras y constructoras y empezó a dársele forma a los grandes escenarios que todos conocemos: a los poblados del Oeste que todavía podemos disfrutar y visitar para pasárnoslo en grande. 3 son los disponibles:
1. –Oasys Mini Hollywood. Éste es el de mayor tamaño y el que más pinta de parque temático tiene. Además dispone de un pequeño parque zoológico. Quizás el más orientado a niños.
2.- Western Leone. El más modesto, aunque set de escenas de Hasta que llegó su hora, la gran superproducción del director italiano de la Trilogía del Dólar.
3.- Fort Bravo. El que anda a medio camino entre los dos en cuanto a extensión y el que elegimos nosotros por, bajo nuestro punto de vista, mantener viva de una forma más auténtica el espíritu de lo que te esperas encontrar cuando te trasladas a una ciudad del Salvaje Oeste. Bueno por eso, y por supuesto porque aquí es donde estuvo ÉL. ¿Quién? “El forajido bravido más cobarderl y meretérico del universo diodenaaaaarl” -cántese con entonación de la canción de Brácular, please-.
¡AQUÍ ES DONDE CHIQUITO RODÓ CONDEMOR!
Lo que os encontraréis en Fort Bravo es un set enorme dividido en 3 grandes áreas:
Un fuerte americano que podría albergar a todo el Séptimo de Caballería y que como bien habréis deducido es el elemento característico que le da nombre al resort. Sí, es que también podéis dormir allí si queréis. El alojamiento en cabaña (bastante barato, por cierto, ideal para familias o grupos de amigos) además os incluye el acceso al parque con el precio.
Una segunda parte centrada en un poblado del Oeste típicamente americano con su saloon donde beber, banco que atracar, oficina del sheriff donde dormir, calle donde a un duelo asistir e iglesia donde recibir la última misa tras morir. Es en esta zona donde tienen lugar la mayoría de espectáculos de habilidad a lomos del caballo y donde los actores especialistas del parque montan las historias de situaciones cotidianas, que podrían tener lugar en cualquier aventura del Far West que se precie.
Y lo cierto es que el elenco lo hace bastante bien. No sólo por el dominio que tienen en las escenas de acción, sino porque además actuando son bastante competentes y desde la creación de contenidos han sabido darle un toque superdivertido a todos los espectáculos que hacen, provocando situaciones delirantes y diálogos muy del estilo de Aterriza y Agárralo como Puedas o Top Secret, con muchas referencias actuales. Un humor absurdo pero inteligente, lleno de sin y dobles sentidos, que provoca el descojone continuo. Nuestros más sinceros dieses a todos ellos, porque es algo que no nos esperábamos y nos encantó.
Si queréis comer, también podéis hacerlo dentro del propio saloon, donde por cierto se desarrolla otro espectáculo, esta vez el que tiene lugar por la tarde. Nuestro reconocimiento de nuevo a los actores y también a las actrices, que lo mismo forman parte del espectáculo, que te sirven una pizza, como que te venden un imán de recuerdo en la tienda de souvenirs. (Aaaay este país, paraíso del trabajador, la clase obrera y la cultura)
Y continuando con las partes que componen Fort Bravo, no podemos pasar por alto, el poblado mejicano. La otra parte fundamental del Salvaje Oeste, en la época de un país revolucionario independizado ya del Imperio Español, y con Pancho Villa intentando pelear contra gringos e injusticias.
Seguramente esta parte del parque os parezca la más entrañable y sorprendente. Sobre todo si empezáis a explorarla una vez el sol se esté empezando a esconder por el horizonte y los juegos de luces comiencen a ser, nunca mejor dicho, cinematográficos.
Y es que una de las mejores cosas que tiene Fort Bravo es que tienes total libertad para explorar a tu aire todo el conjunto de los escenarios y bichearlos como te dé la gana. Descubriendo así rincones maravillosos que pueden ir desde el interior del calabozo al que por supuesto puedes acceder, o todavía mejor, planear la fuga de los miembros de tu banda, que han sido apresados por el implacable sheriff de Amarillo, tras intentar imponer su ley en una gresca de borrachos, al pasar más de 4 horas en la cantina…
Para los cinéfilos contaros que Fort Bravo se construyó para rodar El Bueno, el Feo y el Malo (o al menos eso dicen) y que desde entonces ha sido utilizado para muchísimas producciones distintas. Entre las más actuales, Condemor como ya dijimos, 800 Balas de Alex de la Iglesia, un capítulo de Dr. Who, o la más reciente Los Hermanos Sisters, que es un peliculón como la copa de un pino desde la que colgar una soga.
Dentro del parque hay un pabellón destinado a estos recuerdos, en el que, entre otras cosas, podréis ver una silla de barbero que apareció en la tercera peli de La Trilogía del Dólar.
Dejando atrás Fort Bravo, nuestra próxima parada en el legado del Spaghetti Western en España, nos lleva al pequeño pueblo de Albaricoques. No está demasiado lejos de aquí, ni de la propia capital de Almería. Tan sólo deberéis de pasar por una zona de invernaderos gigantesca hasta llegar a los límites de esta localidad maravillosa.
En la historia del cine, Albaricoques es el equivalente al poblado de Aguas Calientes. la guarida donde la banda del Indio se esconde tras dar el gran palo al banco en La Muerte tenía un Precio. Como bien sabéis, ésta es la segunda peli de las tres que componen La Trilogía del Dólar. Y para mi gusto personal, es la que más me convence y la única de ellas que si me la encuentro por casualidad en la tele, acabo tragándome sin rechistar.
Para mí tiene la duración justa, una pareja de aliados cazarrecompensas impresionante -Lee Van Cleef como El Coronel y Clint Eastwood como El Manco- y un villano loco y psicópata que es una auténtica delicia – Gian María Volonté como El Indio-. Pero sobre todo tiene unas escenas insuperables, desde el mismo momento en que la acción se traslada a este pueblecito…
La forma en la que El Indio y su banda invita a entrar en Aguas Calientes a Clint Eastwood es simplemente magistral: “Hala, entra tú sólo y demuestra lo que vales, cargándote a todo el que se ponga por delante. Cuando la cosa esté tranquila, ya si eso lo hacemos nosotros”. Y allá que se va El Hombre sin Nombre, montando en el caballo, mientras suena una de las mejores composiciones de Morricone: “The Vice of Killing” enfilando el acceso a la aldea y recorriendo su calle principal. De locos…
Aunque nada comparable a cuando se encuentra a los primeros forajidos que le plantan cara y, con toda la parsimonia del mundo, se baja de la montura, ata su caballo, se enciende su tagarnina y echa su poncho hacia atrás para tener acceso libre a su revolver… Pero es que la vuelta de tuerca es impresionante, porque de pronto aparece en escena un niño que intenta alcanzar con una vara los frutos de un manzano. 3 balas del manco, 3 manzanas al suelo. Y 4 del coronel que aparece de imprevisto desde una posición elevada, y otras 4 frutas que caen igualmente.
El resultado es una demostración de puntería y rapidez tal que acojona a los cuatreros que acechaban a los pistoleros y provoca que huyan, dejando al poblado libre de amenazas: “Bravo“.
Para seguir un poco con el orden cronológico de la peli vamos a dar un pequeño salto. No muy grande, no salimos del término de Albaricoques, pero sí del pueblo como tal. Brincamos hasta El Cortijo del Fraile, un edificio del S.XVIII construido por los dominicos que fue usado para la explotación de latifundios en esta zona de Almería. El complejo es impresionante y cuenta con un gran patio, multitud de dependencias e incluso su propia capilla.
Como veis el estado es bastante ruinoso y va a peor a pesar de que en 1995 una empresa privada se hiciera con la propiedad. Una pena absoluta porque es muy probable que acabemos perdiendo este inmueble que a pesar de ser bien de interés cultural, ya está dentro de la lista roja de posibles perdidas del patrimonio español. Y decimos que es una pena, no sólo porque aquí se rodaran muchas pelis del Oeste, sino también porque en él tuvieron lugar los acontecimientos del Crimen de Níjar, un asesinato pasional que sirvió de inspiración a Lorca para escribir la obra de teatro de Bodas de Sangre.
Pero vamos a lo que vamos. Como decíamos el Cortijo del Fraile ha acogido a multitud de producciones que van desde series nacionales como Los Hombres de Paco a peliculones como El Bueno, el Feo y el Malo, donde encarna a La Misión donde El Tuco lleva a Clint Eastwood para que su hermano intente recuperarlo ,después de sufrir la tortura a la que el mismo Eli Wallach lo somete atravesando el desierto.
Y volviendo a La Muerte tenia un Precio, es aquí donde la banda del Indio tiene su cuartel general, y donde descubrimos lo mal de la cabeza que está este hombre, que no para de traicionar y eliminar a rivales que pueden hacerle sombra dentro de su propio grupo de forajidos. Es aquí donde El Coronel y el Manco, tras ayudar a dar el golpe de la caja fuerte del banco, la abren e intentan hacerse con toda la pasta que contiene.
El caso es que la situación se vuelve insostenible, Lee Van Cleff y Eastwood escapan y todo desemboca en la que se conformará como escabechina final y que de nuevo tiene lugar de día, con calor, con chicharras sonando, con gotas de sudor escapándose por debajo del sombrero corriendo por la frente y con polvo, mucho polvo. De ése que se pega en el cuerpo, las ropas y el ambiente…
Volvemos de nuevo a Aguas Calientes, a Albaricoques. Ellos dos contra todo el resto de la banda.
Produciéndose un maravilloso juego del ratón y el gato, por las calles y los interiores de las casas del pueblo, en el que cualquier despiste puede acabar con tu vida o afianzar una amistad que hasta hace bien poco pendía de un hilo muy muy muy fino.
Todo para llegar al momento culmen de la película y dar pie al duelo entre duelos. El suceso en que toda la trama se destapa y se entienden muchas cosas: venganza, locura, vidas atormentadas y el desenlace que acaba con todo. Todo se decide en la era, que aún se mantiene, y que nos invita a recrear una de las más grandísimas escenas de la historia del Spaghetti Western.
Que acaba con uno de los planos más maravillosos jamás rodados con un atardecer de fondo y que describe a la perfección la personalidad de un forajido, cazarrecompensas, cuatrero, buscavidas, del Salvaje Oeste. Aquel que llega solo y acaba solo. Uno rico y en paz porque ha cumplido su objetivo de venganza, el otro rico y en paz porque va a cobrar una impresionante recompensa acabando con todos sus enemigos y que además disfrutará de un botín que, como siempre, se lo lleva el más listo.
(Es totalmente final de Lucky Luke este plano, eh)
¿Queréis verlo todo en vídeo? ¡Seguro que sí!
No podemos irnos de Albaricoques sin recomendaros el que sin duda es el sitio ideal para alojaros. No sólo porque es un hostal que está bastante bien y que es económico. Sino también porque su dueño, Manuel (al que al pobre estuve llamándole Pepe todo el fin de semana ), es el gran artífice de que Albaricoques mantenga de forma tan intensa su relación con Sergio Leone y con la Trilogía del Dolar.
Ha sido él, quien, con un trabajo duro y con mucho esfuerzo ha conseguido que las calles del pueblo se llamen como los protagonistas de las películas; quien ha luchado para colocar los carteles en cada rincón describiendo qué escenas tuvieron lugar; quien ha insistido en la conservación de la era y quien sigue y sigue peleando, para que este legado de incalculable valor nunca se pierda.
El establecimiento es el Hostal Rural Alba y está situado en la Calle Aguas Calientes (vaya fantasía).
Nuestro más sincero reconocimiento a Manuel y a su luchar. Personas así son las que hacen grande a esta país, a Andalucía, a Almería y a Albaricoques. Ole sus huevos, sí señor. Además cuando estéis pernoctando allí, no os cortéis en preguntarle. No tardará en contaros muchísimas historias (él mismo participó en el rodaje siendo niño, sacándose más pasta que su padre que por aquel entonces trabajaba en la mina de Rodalquilar) y seguro que os invitará a acompañarlo en un tour por las calles, al tiempo que saca su maravillosa libreta con fotos, para que localicéis todas las escenas de la peli a la perfección.
Si queréis conocer un poco más de cómo las producciones de Spaghetti Western en España transformaron la economía de la comarca de Tabernas y Cabo de Gata, no os perdáis este maravilloso documental que de vez en cuando emiten en RTVE. Por cierto que en él aparece también nuestro amigo.
¡Joder, un abrazo muy gordo MANUEL, eres maravilloso!
Y con nuestro propio atardecer damos por finalizado nuestro El Paso por la provincia de Almería. Cruzamos la frontera para movemos al siguiente estado…
Nos vamos nada más ni nada menos que a Burgos, a la Sierra de la Demanda: al triángulo que conforman los pueblos de Covarrubias, Santo Domingo de Silos y Contreras. Porque es aquí donde tuvieron lugar 3 de las escenas más representativas de El Bueno, el Feo y el Malo.
Seguramente os preguntaréis por qué Leone decidió rodar tan al norte, cuando normalmente las grabaciones se centraban en Almería por su carácter desértico, o como mucho mucho en la Comunidad de Madrid en la localidad de Hoyo de Manzanares.
La explicación es sencilla. Como bien sabéis la peli tiene lugar mientras sucede la Guerra de Secesión americana, por ello, el director italiano vio necesario plasmar distintos territorios que cubrieran una mayor área geográfica que los ya conocidos paisajes que podían simular a los estados de Arizona o Nuevo Méjico (Almería). Así que optaron por Burgos y sus sierras que ofrecían un escenario parecido a los que nos podemos encontrar en Virginia, frontera natural entre Unionistas y Confederados, y donde tuvieron lugar muchas de las grandes batallas que decidieron el conflicto en favor de los territorios del norte.
Aquí nos encontramos con la Ermita de San Pedro de Arlanza. El lugar donde grabaron los interiores del edificio de la Misión donde Tuco, como ya os comentamos antes, lleva a Eastwood para que sea curado por su hermano el monje. Aquí Leone jugó bastante con el misterio y con la localización, sin embargo os daréis cuenta de que estamos en el lugar correcto, porque a través de la ventana del fotograma de la peli podéis observar las ruinas de la Ermita de San Pelayo. Las mismas que aparecen en lo alto de la colina que veis en nuestra foto tras la iglesia (ni el VAR oiga… ).
Muy muy cerquita, siguiendo por la misma carretera en apenas dos kilómetros, nos encontraremos con otro punto clave. Donde tiene lugar la batalla y la explosión del puente donde se enfrentan los dos bandos del conflicto. Son las Trincheras de Langstone, que se encuentran colina arriba, y el Río Arlanza que salvaba el puente, que lo hace valle abajo. El paisaje hoy está muy cambiado, porque han crecido multitud de árboles, por lo que tendréis que olvidaros del gran llano que aparece en el film.
Vuestras referencias deben dirigirse en esta ocasión a las montañas que os rodean.
Respecto a la espectacular voladura del puente hay una anécdota que os tenemos que contar. Resulta que para poner en pie toda la logística relacionada con la película en la zona, la productora de Leone, pidió ayuda al ejército español. En concreto dieron un donativo de 75.000 pesetas para los huérfanos en el cuartel de Burgos, y ofrecían 150 pesetas de jornal a todos los militares que ayudaran en el rodaje. Algo que se convirtió en una experiencia inolvidable para todos los chavales que en aquel momento estaban haciendo la mili por allí destinados.
Pues bien, el caso es que para la voladura del puente, contaron con el apoyo de especialistas artificieros y todo se dispuso para que la gran explosión tuviera lugar accionando un sólo dispositivo. En esto que el responsable de la compañía que andaba por allí, le pidió a Leone si podía ser él quien hiciera los honores y diera la orden para que comenzara el espectáculo.
El bueno de Leone, para no desagradar al malo del mando militar haciéndole un feo, le dijo que sí, y éste así lo hizo, dio la orden. Pero de tal forma que no dio tiempo al director de dar la orden de “Acción” con el resultado de que todo saltó por los aires antes de que las cámaras pudieran grabar la toma . Entre ellas una cámara lenta especial que rodaría el momento a 200 fotogramas por segundo…
Así que imagináos la escena (nunca mejor dicho) y a un Sergio Leone cagándose en todo lo que se pudiera cagar en ese momento, acordándose de todos nuestros antepasados españoles desde los Reyes Católicos en adelante . Ante este desastre, el mando puso orden y dijo al italiano que no se preocupara, que en 2 días tenía construido un puente nuevo y que se repetía la explosión y todos contentos.
Y así, fue, en ese in pass, el equipo se trasladó a Almería a rodar escenas pendientes y a la vuelta a Burgos, no sólo se encontraron con un nuevo puente, sino que además, descubrirían terminado, el que es el escenario más increíble de toda la película y seguramente uno de los más espectaculares e icónicos de la historia del cine. Nos referimos por supuesto, al Cementerio Militar de Sad Hill.
Una locura dispuesta en torno a círculos concéntricos, a partir de una gran plaza redonda central, compuesta por más de 5000 tumbas. Sí, sí, 5000, no es ningún error. Una maravilla diseñada por Carlo Leva que hizo saltarle las lágrimas a Leone cuando vio el maravilloso boceto que le presentó su director artístico, y que de nuevo fue puesto en pie por los chavales del regimiento burgales. Para llegar a él, la manera más sencilla es a través del camino que parte desde Santo Domingo de Silos. Un recorrido que os dejará con la boca abierta porque ésta será la primera impresión que os llevaréis del sacrosanto lugar.
Pero seguro que hay algo que no os cuadra, ¿verdad? ¿Cómo es posible que este cementerio haya sobrevivido de una forma tan “clara” al paso de los años? Recordad, la peli se estrenó en 1966, 54 años ya… Pues bien, aquí es cuando entran en juego los amigos de la Asociación Cultural Sad Hill. Unos auténticos jefes que merecen todo nuestro respeto por el proyectazo que se marcaron y que tras mucho, muchísimo trabajo, han sido capaces de poner en pie.
Estos putos amos, porque no tienen otro calificativo, se propusieron recuperar el escenario y con mucha dedicación, sacrificio y ayuda, lo consiguieron. Vaya si lo consiguieron. Todos tienen en común algo: su amor por la peli y que casi todos son de la zona. Por eso recordaban vagamente que los restos del cementerio se encontraban por las inmediaciones. De hecho de pequeños algunos jugaban por las ruinas del rodaje. Porque así es, cuando se acabó de grabar, todo se quedó tal y como aparecíó en la peli: el cementerio con sus cruces y el Fuerte de Beterville con sus tiendas de campaña, empalizada e incluso réplicas de cañones. Ya del puente no; de ése no quedó ni una astilla.
El inicio de la odisea comenzó con la fecha en que Eli Wallach falleció, 24 de junio de 2014. Nuestros amigos decidieron ir al cementerio y hacerle un pequeño homenaje y ya puestos, se liaron la manta a la cabeza y se pusieron como objetivo recuperarlo para verano de 2016, la efeméride en la que se cumplirían 50 años desde el momento en que se rodó la gran escena.
Y así fue, horas y horas de trabajo sin descanso para desenterrar el circulo central de piedra. Jornadas y jornadas para reconstruir el murete que lo rodea. Y semanas y semanas para colocar y dar nombre a las 5000 cruces que decoran cada una de las tumbas que componen este sitio imposible.
Ya veis que hubo trabajo; mucho trabajo. Y también muchos voluntarios: gente de la comarca, de pueblos cercanos, de otras provincias, e incluso de lugares como Francia y Portugal, acudieron al llamamiento de la AC Sad Hill para echar una mano. Pero sin duda hay un momento y una gran idea, que marcaría el camino para conseguir el éxito: decidieron lanzar una campaña de apadrinamiento con la que poder poner tu nombre a una de esas 5000 tumbas por un precio simbólico.
Esto rápidamente se hizo viral, de tal manera que en pocos meses se consiguió el objetivo y el cementerio fue totalmente reconstruido y puesto a punto para albergar un 50 aniversario inolvidable para todos aquellos suertudos que se acercaron hasta Sad Hill. Y sobre todo para los integrantes de la asociación que vieron hacerse realidad su sueño y que hasta tuvieron contacto directo con Dios durante un instante inolvidable.
Desde aquí no podemos hacer otra cosa que felicitarlos y recomendaros a todos que veáis por vosotros mismos el proceso de toda esta aventura en el superdocumental que estuvo a puntito de llevarse un Goya en 2018. Su título es Desenterrando Sad Hill (Sad Hill Unearthed), y lo tenéis disponilbe en Netflix para véroslo esta misma tarde.
Por pura casualidad fue como conocí este proyecto. Gracias a una breve reseña sobre el docu leí que iba a ser proyectado en mi ciudad en una sola sesión. Así que sin pensarlo mucho fui al cine y lo que vi, me imagino que como a muchos de vosotros cuando lo hagáis, me maravilló. Y lo que es todavía mejor, me sirvió para sin perder ni un segundo contribuir a la campaña de apadrinamiento y conseguir mi propia tumba.
Y por supuesto creó la consecuente necesidad de tener que ir a verla al cementerio, repasar con pintura mi propio nombre y poder disfrutar de este mágico lugar en primera persona. Un sitio místico, en el que nunca imaginarías estar, pero que sin embargo, así ocurre. De repente, te encuentras allí, y lo que es mejor e indescriptible, además sientes que formas parte de él, pero de verdad. Porque contando con tu propia tumba en el Cementerio de Sad Hill puedes afirmar que eres parte “viva” (es un decir) del Spaghetti Western en España.
¡TA-DAAAAA!
En cuanto a la escena en sí, poco qué decir, que no sepáis ya: Tuco tras rodar por el suelo tras recibir la onda expansiva de un cañonazo…
Se pone a correr por el cementerio buscando como un loco la tumbar de Arch Stanton mientras suena El Éxtasis del Oro…
Hasta que finalmente da con ella…
Pero nada es lo que parece y quien aparece en escena es Lee Van Cleef para construir el famoso duelo a tres, con El Trielo de fondo sonando…
Buufff la piel de gallina con sólo recordarlo. ¿Lo re-recordamos con esta recreación?
¡Y FIN! Hasta aquí nuestro recorrido por el Spaghetti Western en España. Como siempre esperamos que os haya gustado e insistimos en que visitéis todos estos lugares por vosotros mismos y que viváis. ¡Que viváis el cine, la vida y todo lo que se os ponga por delante!
¡Ah no! ¡Esperad, esperad! Es verdad… ¿Dónde está la sorpresa final? os estaréis preguntando… Pues hay, hay sorpresa. Como ya dijimos, el Spaghetti Western no sería lo que es, si no es por su música. No sólo por Morricone, sino también por muchísimos compositores más como Nicolai, Bacalov, De Masi, Ortalani, Pregadio, Dell Orso o la gran arma secreta de Alessandro Alessandroni, el responsable de hacer sonar la fender eléctrica que aparece en todos los grandes temas, además de ser el “silbido oficial” de todas las canciones inolvidables que se os vienen a la cabeza. O por Michele Lacerenza a la trompeta, el genio que dio aire a todos los solos que habéis oído una y mil veces…
Sólo os voy a decir una cosa: canal de youtube Morricone Rocks. Ahí tenéis la mayor colección de joyas musicales del género. Aprovechadlo y descubridlas todas como ya ha hecho Tarantino.
Bueno que me enrollo y no acabo nunca. La sorpresa es que coincidiendo con la celebración de la gira por los 90 años de Ennio Morricone (que en paz descanse nuestro gran maestro), tuve la oportunidad de conseguir una entrada para uno de los conciertos que dio en sus últimas fechas. Concretamente para la primera de ellas en Roma, en uno de los escenarios más mágicos e incomparables que pueden existir. Así que allí me fui, a la Ciudad Eterna, para vivir en directo uno de los momentos más especiales de mi vida: disfrutar de una noche con él en Las Termas de Caracalla.
¿Puede haber algo mejor? ¡Sí que lo hay! El traeros el fragmento del concierto dedicado al Spaghetti Western grabado en vídeo para que podáis vivirlo de nuevo conmigo. ¡Puro éxtasis amigos, puro éxtasis!
EDITO: Perdonadme que me extienda un par de renglones más pero es que acabo de dar con este vídeo recomendado en Youtube y es una auténtica OBRA DE ARTE. Si os habéis quedado con más ganas de disfrutar de más material sobre Spaghetti, además de los dos documentales anteriores y de nuestros vídeos, no os perdáis este TRABAJAZO de los amigos de Sensacine. ¡VAYA MARAVILLA! De verdad que sí, ¡VAYA MARAVILLA!
Felicidades Javier por tu trabajo sobre Fort Bravo,aunque ya estuve alli hace muchos años,dan muchas ganas de volver despues de leerte,gracias por compartir tus experiencias
Manuel gracias a ti por supuesto!!
Precioso reportaje compañeros, quiero recordaros solamente que el famoso árbol de las manzanas, en realidad no era un manzano. Mirar la bibliografía y lo comprobareis. Y el niño que sale es un buen amigo mio, Antonio se llama y vive en Alicante cerca de donde vivo yo. Un saludo.
Paco pues muchas gracias por tus palabras! La verdad es que tenemos un poco de cacao con eso. De hecho, si te fijas en el vídeo lo llamamos limonero… XD.
Lo investigaremos a fondo, porque ya la curiosidad nos corroe bastante, la verdad.
Impresionante el artículo. Muy completo, incluyendo hasta a Chiquito. Reaviva el recuerdo de estas grandes películas y de toda una época, así como de un género cinematográfico que ya no volverán a ser igual. ¡Enhorabuena!
Hola Javier! Hable contigo por youtube preguntándote por la bodega dnd Van Cliff mata a claus kinsky… vi lo q tienes aqui y es genial pero no haces mención a ese lugar… sabes dnd es??? Y otro cosa, una de las fotos de el cortijo del Fraile no se corresponde con la escena, es la ultoma antes de volver a los albaricoques, esa escena se rodo en la cuadra tras la ramapa dnd mata el indio a cuchillo, la foto q pusiste es de la sala q hay enfrente… gracias y dime y sabes dnd esta la taberna….
Mejor todavía Marlotina, he vuelto a estar por Almería hace poco y te traigo un nuevo vídeo con más sitios, entre otros visitando la taberna por la que me preguntas. He actualizado el mapa ya para que puedas localizarla, el artículo lo haré igualmente en breve. Espero que te guste!
https://youtu.be/6dWRZ6lSSww