Roma: La Gran Belleza
Si os digo la verdad no sé muy bien cómo definir esta película. No sé si es buena, si es mala, si es simplemente una sesión de alucinógenos llevada al papel o una obra maestra. Algo tiene, eso está claro. El caso es que cuando acabó lo cierto es que me quedé ensimismado en silencio y sin moverme contemplando los títulos de crédito que nos regalan un bellísimo y relajante paseo en barco por el Río Tíber, mostrándonos de forma muy sutil y sensible la gran belleza innata que Roma desprende. Si os pica la curiosidad, los tenéis en el vídeo que encabeza la entrada. Una auténtica delicia que seguramente muchos de los que fueron a verla al cine se perdieron.
La historia que nos cuenta es tremenda. Un escritor que tuvo la suerte de publicar una obra maestra con su primera novela siendo muy joven y apenas recién llegado a Roma, vive de las rentas de su libro y el prestigio que consiguió con él formando parte de la élite artística de la ciudad romana. Un privilegio que le permite asistir a cada una de las fiestas y performances que tienen lugar en la capital eterna. Y eso es lo que nos muestra. Cómo el ya maduro redactor de una de las publicaciones más trendies y de mayor prestigio va de acto en acto sucediéndose en ellos infinidad de episodios a cada cual más disparatado y enigmático.
La peli está bien por dos razones: la primera porque nos construye un reflejo de la que podría ser la alta sociedad romana. Crápulas, viciosos, superficiales y adinerados que viven su vida como quieren y desean. Una casta en toda regla. La segunda porque las localizaciones que nos ofrece de Roma son impresionantes. Algunas sí son muy conocidas, pero otras no tanto, y aparte de que nos descubra nuevos rincones romanos, nos mola mucho el hecho de que a pesar de que todos conocemos la monumentalidad inabarcablemente exagerada que Roma posee, la escenografía es capaz de enseñarnos al mismo tiempo la decadencia que de forma igualmente majestuosa inunda sus calles.
Bien pensado quizás sea aquí donde radica la gran belleza que defiende su título. Es por eso que no nos muestra una Roma ideal como la que podemos encontrar en A Roma con Amor de Woody Allen. No. Aquí Roma es un personaje más, quizás el más complejo y profundo de la gran fauna que aparece en el film. Porque sí, porque ésa es la mejor catalogación que hemos encontrado para describir al elenco de criaturas que reúne el guión que además interactúa con escenas a veces “demasiado especiales” puramente surrealistas. Sin duda una película italiana en toda regla, fiel heredera de Fellini, Visconti, Antonioni, etc, etc.
Será nuestro amigo el escritor quien nos guíe en el fantástico viaje a través de la ciudad y quien nos transforme la percepción que hasta entonces tenemos de ella. Creemos que cuando la veáis os pasará como le ocurre a nuestro protagonista del film; la contemplaréis de forma distinta al igual que él termina viendo de forma distinta la sua vita.
La gran belleza obtuvo el Óscar en 2012 a la mejor película extranjera.
Algunas localizaciones de una Roma inaccesible y poco conocida.
La impresionante terraza con vistas al Colisseo de la casa del protagonista.
El paseo en barco por el Tíber de los títulos de crédito.
Esa fauna a la que nos referíamos: artistas, empresarios, editores, curas, monjas, modistas, putas...
El Guardián de las Llaves al que "los príncipes" permiten custodiar las llaves que dan entrada a los lugares más bellos de Roma. Quién tuviera ese privilegio...
Muchas escenas son un WTF en toda regla.
Te cuesta enterarte de qué va la cosa. Pero cuando lo consigues, se te instala dócilmente una sonrisa de superioridad en tu barbuda cara de hipster.
¿Habrá gente que en realidad pueda vivir de esa forma? -"¿Tú a qué te dedicas? Yo soy rica, jijiji."-
Hemos intentado localizar la terraza del prota para ver si formaba parte de un hotel / bar / restaurante, y ofrecérosla como recomendación de sitio a donde ir. Lamentablemente parece que forma parte de una vivienda real.