
The Bounty: Motín en Tahití
Seguramente si a más de una lectora le ofreciéramos pasar una inolvidable travesía en barco por las islas de Tahití en compañía de Mel Gibson aceptaría encantada y prácticamente sin pensárselo. Pero si lo que os damos es la oportunidad de conocer los mares paradisíacos de la Polinesia no sólo junto a William Wallace, sino además con compañeros de viaje como Anthony Hopkins, Daniel Day Lewis, Liam Neeson y Rey Theoden, creemos que el barco se hundiría antes de zarpar por lo multitudinario de su pasaje. Pues bien, eso es lo que nos ofrece The Bounty. Una aventura en altar mar con esos cinco genios del cine que en nuestro país se emitió bajo el nombre de Motín a Bordo.
No es la primera vez que el suceso de The Bounty es llevado a la gran pantalla. El papel de Anthony Hopkins como Capitán de marina mercante Bligh ya fue encarnado anteriormente por Clark Gable y Marlon Brando, si bien es esta película la que parece que narra los hechos de una manera más arbitraria. Aquella en la que las cosas se ciñen más a lo que pasó en realidad.
Un barco, The Bounty, es fletado desde Inglaterra rumbo a Tahití para conseguir un cargamento de semillas del árbol del pan para importar su cultivo a Jamaica, isla del Imperio Británico del Caribe de similares características climáticas a la del Pacífico. Una vez allí se extendería su uso y su fruto pasaría a formar parte de la dieta principal de los esclavos que trabajan en las plantaciones y granjas americanas. En palabras de los promotores comerciales de la expedición, un fruto muy necesario porque “darle de comer plátanos a esos, sale demasiado caro”.
El capitán Bligh, entusiasmado con la idea de poder circunnavegar por completo el globo gracias a esta campaña, monta la expedición y marcha hacia tierras tahitianas. Pero eso sí, acompañado de férreas maneras en cuanto a comportamiento se refiere porque ya sabemos que una tripulación llena de testosterona sin mayor entretenimiento que buscar sirenas en alta mar durante tres meses “por si acaso”… debe de ser tratada con mano dura y con cera constante.
¿Pero qué pasará cuando lleguen a Tahiti, cada uno de estos burros se liguen a su tahitiana correspondiente y llegue el momento de volver a hacerse a la mar? Pues que se lía. Claro que se lía…
The Bounty: peliculón para conocer a fondo la tradición marinera de las grandes expediciones de los Siglos XVII-XVIII. Donde los capitanes anhelaban la gloria que les aguardaba a su regreso y los marineros únicamente buscaban cualquier cosa menos volver de nuevo al estercolero del que huyeron.