Quizás podamos denominar a Kyoto como la niña bonita de Japón, el hijo mimado de las islas o la joya de la corona del Imperio. Es quizás la única gran ciudad japonesa que todavía conserva el aire del japón antiguo porque también fue la única gran ciudad que no sufrió bombardeos durante la II Guerra Mundial y por tanto conserva una cantidad de antiguas construcciones impresionante. Pero bueno, tampoco os creáis que la ciudad es una amalgama de edificios bajos de madera, porque tampoco es así. Qué va, Kyoto es una ciudad cosmopolita de mucho cuidado con edificios y estructuras de vanguardia.

Lo que pasa es que como capital del antiguo Japón antes de la instauración de Tokyo como capital del Imperio Edo en 1868, aún guarda una riqueza histórica asombrosa. Entre la que destacan por encima de todo unos complejos templarios increíbles. De ellos quizás el más conocido sea el Templo del Pabellón de Oro y la sucesión de Toriis que se desperdigan interminablemente por la zona de Fushimi Inari. Seguro que sabéis qué son: las puertas rojas con bases negras por las que pasea Scarlett Johansson en Lost in Traslation. ¿No? ¿No os suena? No os preocupéis. Al final de la entrada pondremos el fragmento para que sepáis exactamente de qué se trata -¡Bien! ¡Por fin hemos encontrado la excusa para meter a la Johansson en la página!-.

Bueno el caso, es que a modo de anécdota cultureta, queríamos comentaros que estos toriis están patrocinados por negocios y empresas. Cada vez que se abre uno y se quiere tener éxito económico, se compra una plaza en Fushimi Inari y se planta un torii de la compañía. De hecho en todos tienes inscripciones con kanjis tallados se supone con el nombre de la empresa y una plegaria, pero como cuando estuvimos allí no teníamos ni idea de japonés (ni ahora tampoco) pues no os lo podemos asegurar 100% de primera mano. ¡Pero bueno nos lo creemos! Lo que si nos resultó curioso es que en los altares que también hay por la zona desperdigados, muchas personas dejaban sus tarjetas de empresa a modo de ofrenda. Nosotros también lo hicimos y oye, nuestros buenos años que nos duraron nuestros respectivos trabajos. Duraron…

Otra de las zonas imperdibles de Kyoto es el barrio de Gion. El que se supone es el último reducto oficial de las Geishas y sus artes. Algunas vimos. Y sí, son tan enigmáticas en persona como os parecen en fotos y pelis. Este barrio es el que representan tan bien en Memorias de una Geisha. Que también os pondríamos algún fragmento de la peli, pero como dos, aparte del pedazo de vídeo principal que os hemos enlazado al principio, ya nos parecen demasiados, ¡¡nos quedamos con Scarlett!!