Éste ha sido un viaje de esos que desde que te empiezas a interesar por el tema siempre lo has tenido en la cabeza para hacer. Muchos años viendo pelis, jugando a Medals of Honor y Calls of Duty, leyendo libros, descubriendo series, devorando docus, hasta que al final se alinean los planetas, ves la oportunidad por fechas, vuelo barato y ¡hala! manta a la cabeza y ¡Desembarco de Normandía, allá vamos!

No sólo eso, sino que además, aunque no venga al caso con el reportaje, encima este año se dio la bendita casualidad de que las primeras etapas del Tour de Francia -otro de los must que debía ver pasar alguna vez en la vida- recorrían también la zona, así que dos stukas de un tiro: ¡Segunda Guerra Mundial y Tour, todo en uno, perfecto!

Antes de ponernos a contar la historia en sí, vamos a lo básico. Os vamos a dar unos pequeños consejos si queréis hacer bien este recorrido y sumergiros 100% al máximo en lo que allí nos espera. Fundamental el alquiler de un coche. Si bien todo lo que hay que ver está relativamente cerca, básicamente siguiendo la A13 que recorre la ciudad de Caen hasta Cherburgo; está todo tan disperso por ahí que resulta imposible aprovechar el tiempo y ver tantos lugares si no se dispone de coche propio. En el tema de alojamiento, obligado coger un hotel en alguno de los pueblos donde pasó algo remarcable y tenerlo como base central de operaciones para el resto del movimiento de la compañía.

Yo particularmente para llevar a  cabo mis incursiones elegí Sainte-Mère-Église, el primer pueblo liberado por los soldados de la aerotransportada durante la madrugada del día 6, horas antes del Desembarco de Normandía. Lugar tranquilo, con hotelillos, un museo indispensable y a tiro de mortero de los principales hitos obligados para ver. En la segunda entrega del reportaje, que se centrará más en el papel de la aerotransportada, hablaremos sobradamente de él.

Y como material para betherebeforear antes de llegar a la zona de conflicto, éste que os pongo en la foto. La serie Hermanos de Sangre, la peli Salvar al Soldado Ryan, los juegos Medal of Honor y Call of Duty -las primeras ediciones, no las cosas esas de niños rata de ahora-, la biblia de Antony Beevor: El Día D: la Batalla de Normandía, y las BSOs de la saga Medal of Honor compuestas por Michael Giacchino. Con esto, ya podréis sentiros al 100% ambientados.

Y bueno, tras la introducción vamos ya con lo sucedido durante el viaje. Esta vez vamos a darle un toque retrospectivo…

Lo que son las cosas, debido a un retraso de 9 horas del vuelo que debía de llevarme a París, hace un par de semanas acabé por casualidad visitando la playa de Omaha justo en el momento en que comenzaba a amanecer y fue una de las experiencias más mágicas de mi vida.

La cosa no pintaba bien, en un principio programado a las 12 y pico, mi vuelo de Transavia -curiosa mi historia de amor-odio con esta compañía…- no salió finalmente hasta las 21:15 . Después de esa hora, dos horas de vuelo desde Sevilla hasta Francia donde llegaría sobre las 23:20 o así. Aún tenía que recoger la maleta y salir follado hacia la otra terminal de Orly donde tenía que recoger el coche que había alquilado para poder moverme con libertad durante los días que iba a pasar por Normandía y donde ya tenía reservado el hotel para ésa y dos noches más. El problema… que el alquiler de los coches cerraba a las 00:00. Si no llegaba a tiempo debería dormir tirado como un perro en el aeropuerto hasta que abrieran de nuevo el servicio a las 6 a.m.

Afortunadamente pude llegar a menos cinco y hacerme con él, pero eso sí, después de ir de Orly Sur a Orly Oeste corriendo con la maleta a cuestas porque en ese momento el tren shuttle que los conecta ya no operaba. Casi me muero del esfuerzo al que además acompañó la lluvia, pero bueno ok, primer objetivo primordial conseguido.

Ahora rumbo a Normandía: unas 4 horas de viaje en coche… sin GPS; porque también había planeado comprar una tarjeta de datos para el móvil cuando llegara a París en algún kiosko del aeropuerto, pero claro, a esa hora ya estaba todo cerrado…  menos mal que fui previsor y me apunté la ruta en un papel mientras esperaba en España y por ahí pude enfilar correctamente hacia el destino.

Eso sí, algo bueno tuvo ese retraso y el mal tiempo: el cielo de París estaba nublado y el inicio del aterrizaje coincidió con las 23:00 en punto, el momento en que la Torre Eiffel es iluminada y hace también las veces de “faro” con luces oteando el horizonte. El hecho de que estuviera nublado hacía que se reflejara en el cielo totalmente encapotado el haz de luz en movimiento, algo que ya me hizo sentir la primera experiencia “Segunda Guerra Mundial” del viaje. 

El caso es que tras bastantes kilómetros, algunas paradas para beber cocacolas y no quedarme sopa y ya rondando las 4:30 am, comencé a estar por la zona del Desembarco. Mi hotel estaba más allá, a unos 40 km, pero al ver la salida de “Omaha Beach” en la carretera y, porque el viaje lo hacía solo y podía hacer lo que me saliera de los cojones en todo momento, no lo dudé y tomé el desvío.

¿Puede haber algo más épico que empezar así la visita a la región? Pues sí, si además acompañas el momento de conducción nocturna con esta música y comienzas a recorrer carreteras y pueblecitos con esta pinta… Exactamente la misma que hemos visto tanto en series, pelis, documentales y videojuegos y que tanto nos ha flipado.

Así que por fin llegué allí, justo en el momento en que comenzaba a amanecer y pude observar la gigantesca playa que tuvieron que atravesar los aliados hasta alcanzar posiciones alemanas. Desembarcaron más o menos así, a las 6 a.m. con la marea baja, aunque como bien sabéis con multitud de obstáculos para impedir que fuera tan “fácil” llegar al objetivo bajo el intenso fuego enemigo.

Por el camino ya de vuelta, me fue amaneciendo completamente e hice alguna parada para sacar alguna fotillo más.

A esto que por fin llego al pueblo donde tenía el hotel pero, por circunstancias de la vida y como ya os dije antes de no tener GPS, me fue imposible encontrarlo y dando vueltas y vueltas por el pueblo, de repente me percato de una señal que anunciaba el camino a Azeville. Una villa a la que le tenía echada el ojo porque en ella se encuentra dispuesta una serie de baterías en las que puedes entrar por dentro. Total que ya puestos y aún con el subidón general de adrenalina, me decidí a alargar un poco más la agonía (bendita) y me fui a explorar la zona. Y me encontré a las 5:30 am con todas aquellas instalaciones dispuestas a ser totalmente descubiertas a mi plena libertad y albedrío. Y así lo hice, me metí por todos los recovecos posibles y no dejé palmo sin bichear ni rincón sin disparar.

En este artículo os traemos una gran novedad. Hace relativamente poco cambiamos de cámara de fotos y con esta nueva podemos grabar vídeos. Así que en el reportaje vamos a incluir bastantes de ellos para hacerlo un poco más ameno y mucho más interesante. No os flipéis porque ya os aviso que la realización es muy básica, que en más de una ocasión se nos desenfoca la escena y que es probable que metamos alguna vez la pata dando datos algo erróneos. Pero aún así creo que los disfrutaréis bastante. Así que adelante, no os cortéis, porque si os digo la verdad no he encontrado vídeos parecidos que os enseñen las cosas tal y como son. Viviendo la experiencia in situ, en primera persona y sin cortes.

Al día siguiente, a media mañana, y ya por fin después de haber descansado algo del agotador viaje, volví al mismo sitio de la foto nocturna y pude contemplar la playa tranquilamente. Llegué y estaba la marea alta (fijaos la espectacular distancia en que varía estando de un estado a otro).

A escasos metros del acceso principal a la playa, ahí donde se encuentra el monumento, está situado el Museo del Desembarco, que si bien para mi gusto se ha quedado bastante antiguo es cierto que tiene una cantidad impresionante de objetos y memoralia que bien merece una visita y en el que podréis descubrir muchos detalles curiosos e interesantes sobre el Desembarco de Normandía y en particular sobre el realizado en Omaha. Además si como a mí os coge una lluvia intensa en ese momento y queréis pasar el tiempo entretenidos, no hay mejor opción. Como dato, tiene el único cañon de 155mm autopropulsado aún operativo de la zona y que podréis encontrar justo al lado de la carretera en el mismo parking de los coches.

A ver, museos en la zona hay todos los que queráis y más. Es impresionante la cantidad de material que hay repartido y que te puedes encontrar en cualquier momento y cuando menos te lo esperes, como por ejemplo en un jardín o en la plaza de un pueblo.

Lo que tenéis que hacer es investigar un poco y según la temática elegid el que más os parezca atractivo. Yo me tragué cuatro en dos días. Entre ellos éste del Desembarco y uno que se encuentra justo al lado del Cementerio Americano, el Museo Overlord, al que lo cierto es que entré por casualidad porque estaba cayendo la de Dios y me saqué una entrada para hacer tiempo.

Y curiosamente es el que más me gustó y entretuvo porque es el más nuevo de los de la zona, el que te explica el conflicto desde principio a fin y el que tiene los dioramas más currados -es verdad que quizás sea el menos especializado de todos, pero precisamente por eso, resulta de los más divertidos-. Y por último, el museo Airborne dedicado a la aerotransportada que se encuentra en Sainte Mèré Église y el Dead Man´s Corner, muy cercano a Carentan y que es el único dedicado por completo al ejercito nazi, y que obviamente, por lo exclusivo y por lo atractivo de su parafernalia -quien no lo reconozca, miente-, no puedes dejar de visitar. Estos dos os los mostraré en el segundo reportaje que tengo previsto sobre el viaje. Lo bueno de todos ellos es que te los ventilas en apenas una hora, por lo que no se hacen pesados para nada. Eso sí, no os obcequéis con visitar cuantos más mejor, porque donde de verdad se disfruta de este viaje es en el terreno.

Muy muy cerquita de ese museo, en la carretera que va bordeando la costa camino a las dos últimas paradas del día, las baterías de Les Longues sur Mer y los restos del antiguo puerto artificial de Arromanches, nos encontramos de repente con esta iglesia con campanario. Todo aquel que haya jugado al Medal sabe de sobra que al ver un sitio así, ahí pasa algo chungo y que hay sniper al canto, así que nos atrevimos a bajarnos del coche para hacer comprobación del terreno e intentar neutralizar cualquier tipo posible de amenaza.

Ojo al dato con este lugar porque justo tras pasarlo hay una salida a la playa que es la que deberemos de coger si queremos acceder a la parte más espectacular de toda Omaha. La salida hacia Le Cavey. Un camino precioso hasta llegar a la arena que además a la vuelta nos dará acceso a un monumento conmemorativo a la infantería americana con unas vistas generales de la playa realmente increíbles. De ahí saldremos directamente de nuevo al cementerio americano.

Y bueno ya por fin, al finalizar la tarde, pude visitar Omaha de nuevo pero esta vez sí, con la marea baja para flipar otra vez con el gran recorrido que tuvieron que hacer los pobres diablos que desembarcaron en el Día D en ese punto concreto de Normandía… Estas fotos son a pie de playa, más o menos a la mitad de distancia entre el agua y los barrancos que también tuvieron que escalar para llegar hasta los bunkers y ametralladoras alemanas.

Éstas ya son desde las posiciones alemanas. GIGANTESCO TODO. Sobrecogedor el panorama, y tras verlo en vivo, se comprende a la perfección la espectacular carnicería que hubo bajo el fuego incesante de metralletas y mortero durante esa mañana del 6 de junio de 1944…

¡Tenemos vídeo!

Venga ánimo, que ya nos queda poco para dar por terminado este primer reportaje sobre el Desembarco de Normandía. Como decíamos íbamos camino de Longues sur le Mer, un conjunto de cuatro baterías que permanecen intactas y que además aún tienen los cañones en ellas con los que disparaban sobre las playas de Omaha y Gold. Acordaros que todas estas cosas es posible visitarlas a cualquier hora del día. Amaneciendo, a mediodía, por la tarde, por la noche si tenéis huevos… cuando queráis.

Es la magia que tiene Normandía, que todo está ahí, listo para nosotros cuando nos apetezca y además, que esto sí que es algo que me sorprendió y que ya habéis podido ver en algún vídeo, muchísimas, pero muchísimas cosas, están totalmente desiertas para poder meternos en ellas a nuestro aire y a nuestro antojo, siendo sin duda estos momentos de soledad y pensamiento interior en los que más conectas con el espíritu II GM y donde realmente asimilas qué tipo de barbaridad fue la que tuvo lugar allí y porque esta zona es parte tan importante de la Historia. Mirad el vídeo de la iglesia que os he puesto un poco más arriba por ejemplo para haceros a la idea de lo que me refiero…

Bueno, Longues sur le Mer es uno de los muchos puntos estratégicos defensivos que Rommel diseño para hacer frente a una invasión aliada por mar. Forma parte de la Muralla del Atlántico, un increíble y superlativo plan que pretendía blindar las costas del norte de Francia ante un más que seguro desembarco a gran escala. Sin embargo lo que finalmente se llegó a construir no era ni mucho menos lo que el general alemán propuso. De hecho, como digo en el vídeo y para que os hagáis una ligera idea de la planificación inicial del general, viendo el éxito que años antes le dieron con el Africa Korps, se colocaron como cerca de unas 70.000 minas antipersona a lo largo de la costa francesa. Una cifra enorme de artefactos explosivos para recibir a los soldados de infantería aliados… ¡pero es que el tío en su plan recogía que se plantaran más de un millón!

Desde el propio bando alemán esta planificación fue duramente criticada por la gran cantidad de recursos que suponía y también por la enorme duración de tiempo que le estaba costando prepararlo debido a la falta de llegada de materiales -aquí tuvo mucho que ver la labor de la Resistencia Francesa- por lo que la Muralla del Atlántico se estaba demorando demasiado. El caso es que Rommel aceptaba todas esas críticas de buen gusto si gracias a su barrera conseguía retener a los aliados durante al menos ocho días para poder armar una contraofensiva a gran escala para repelerlos. Pues bien, para que veáis si tenía razón o no el zorro del desierto alemán, por no seguir sus instrucciones como el defendía, la Muralla les aguantó sólo uno…

¡Dentro vídeo! (Perdón por el viento que a veces suena en éste, para la próxima habrá que comprarse un micro)

Y de ahí a Arromanches, el pueblo elegido para albergar una de las construcciones más impresionantes de todas las que se llevaron a cabo durante la Segunda Guerra Mundial: una obra de ingeniería colosal que permitió dar forma al puerto provisional flotante más grande de todos los realizados hasta la fecha. Sólo ver las dimensiones que tiene y saber en el breve tiempo en que lo construyeron, te deja con una cara de tonto más exagerada que la que uno de por sí ya tiene. Recapacitad un poco: la playa se tomó el día 6 de junio, el 14 comenzaron las primeras descargas de material procedentes de Inglaterra y el puerto estuvo completamente operativo desde el día 1 de julio…   Todo listo para desembarcar la gran cantidad de materiales necesarios para la gran ofensiva de mediados de julio que Churchill planeó sobre Caen.

Sin duda es de las cosas que más nos sorprendieron durante el viaje -fundamental visitarlo durante la marea baja-. No os perdáis esta última foto realizada desde los acantilados de Longues sur le Mer, desde una distancia de unos 6 km para que os déis cuenta de las verdaderas dimensiones de esta increíble barbaridad.

Y ya por fin para acabar con este primera entrega del viaje a Francia, centrada en el Desembarco de Normandía, y ya que visitamos el famosísimo Cementerio Americano, no podíamos ser menos y decidimos también honrar con nuestra visita al Cementerio Alemán de La Cambe que también está por la zona. No tiene mucha perdida porque tiene salida directa desde la A13, la autovía principal que recorre toda Normandía de este a oeste.

Aún así, claro, es mucho menos conocido -éste no sale en Hollywood-, y de hecho, aparte de muchísimo más sobrio es también bastante más pequeño en extensión, aunque paradójicamente, mientras el estadounidense (que se me olvidaba, también tiene un museo gratuito bastante chulo) contiene la tumba de 9.200 soldados, éste alberga a más de 21.000 muertos en combate. Ambos una brutalidad de víctimas que te hacen pensar mucho sobre cómo los cabronazos de arriba no hacen más que meternos una y otra vez en berenjenales donde siempre nos jodemos los mismos…

En fin… espero que hayáis disfrutado con este primer episodio. En breve encontraréis por aquí el segundo. Os dejamos como obsequio con un Google Maps con todos los puntos que aparecen reflejados en éste y en el próximo artículo por si os animáis a planearos la visita: https://drive.google.com/open?id=15V…lA&usp=sharing

Por supuesto cualquier tipo de comentario será sobradamente bien recibido, y para los puristas, mis disculpas por cualquier posible fallo histórico que haya podido cometer en vídeos y textos. Nos vemos pronto. Auf Wiedersehen!